¿CUÁNTA VIOLENCIA NECESITA EL HOMBRE?

(Junio 2017 - última actualización: marzo 2023)

(Por Ramón D. Marín)

Gatito y perrito posando juntos para la foto

JUAN

Tengo un amigo llamado Juan. Juan tiene 5 años y vive aquí mismo en mi vereda. Asiste a la escuela Los Pitufos que queda cerca de la tienda de don Pedro. Nos visita con frecuencia, regularmente varias veces al día. Mi hermana siempre lo atiende muy amigablemente cuando él viene a buscarla para contarle sus ocurrencias y las últimas noticias de la escuela o de su hermanita de 3 años, Valentina, quien también es nuestra amiga. Yo trato de hacerles amistad cada vez que me los topo afuera o que vienen de visita, haciéndoles bromas, dándoles consejos y enseñándoles algo sobre mi viejo y destartalado computador con procesador Athlon XP y Windows XP.

Encontrábame yo, cierto día, afuera de la casa tratando de agarrar señal en mi teléfono cuando pasó Juan por mi lado corriendo. Desde la distancia, le pregunté:

– “- “¿Juan, qué pasó?"
– “Quiero pegarle una pedrada a ese pájaro”.

Días después, lo vi con una cuerda enredada en una piedra a manera de honda y le pregunté:

– “¿Qué hace, Juan?”
– "Le quiero pegar una pedrada a un pájaro".

ACTUALIZACIONES

Febrero 10, 2017: Estaba en la puerta de mi lugar de residencia como a las 6:00pm, cuando presencié una escena en la cual no pude evitar intervenir: era la pequeña Valentina, la hermanita de Juan, pateando al pequeño gatito, Mis, de aproximadamente 3 meses de edad. Hice lo que el momento me dictó, lo cual fue decirle que no hiciera eso e ir a contarle a su abuela para que ella hiciera lo que creyera que debiera hacerse. La señora la regañó y la pequeña lloró. Días más tarde, le pregunté por qué había golpeado al pobre gatito y ella respondió que no lo haría de Nuevo. Tristemente, no todas las veces hay alguien que les recuerde a los niños que no deben ser abusadores de animales.

Febrero 20, 2017: a través de mi ventana, vi a Juan pateando a Mis. Me enojó mucho y salí para decirle que no lo hiciera y le dije que le contaría a su abuela. Él respondió: “A mi abuela no le gustan los gatos”. Sin embargo, paró de maltratarlo.

Por fortuna, yo había establecido una relación amistosa con el pequeño gatito, así que pude acercármele para consolarlo. No pude evitar las lágrimas cuando traté de sobarlo suavemente porque se asustó mucho creyendo que yo iba a golpearlo también. Me conmovió muchísimo cuando él respondió con un pequeño mordisquito, queriéndome decir que yo le era de su agrado. Cuando la abuela de Juan regresó de la tienda, le reporté el incidente y ella le preguntó por qué había hecho eso, él respondió que el gatito se estaba comiendo su comida. Yo estaba tan enojado que también le reporté el incidente a la mamá de Juan por Whatsapp, pero su única respuesta fue: “Huyyy”/ “No.”

Actualización más reciente: me alegra reportar que a medida que ha pasado el tiempo, he visto cambios positivos tanto en Juan como en Valentina, en cuanto a su actitud hacia los animales. No me gusta ser presumido, pero creo que yo he contribuido a ese cambio con mi amistosa preocupación por infundir el sentimiento de la compasión en los dos. Éste es uno de los valores esenciales que hacen que alguien sea humano. Es en verdad una herramienta sin la cual una persona está notablemente impedida para navegar a través de la vida. Pienso que la compasión es el valor que tiene la capacidad para cambiar al mundo. Si tan sólo hubiera una manera de implantarlo en el corazón de cada uno de los seres humanos.

Conejito blanco con ojos rojos
Cita: amar a los animales significa amar a todos los animales no solamente aquellos con los que compartimos nuestra casa

DAVID

Había un conejito que vivía en la capilla de mi vereda. Como nunca supe su nombre, lo podemos llamar David. Era blanco como la nieve, con los ojos rojitos y redondos, muy redondos y bastante brinconsito. Cuentan que los feligreses lo cuidaban, lo alimentaban y se regocijaban grandemente con su esquiva presencia. Él se pasaba los días correteando por los alrededores y alegrando el paisaje. Venía un par de veces por semana a visitarnos; y, como Pedro por su casa, entraba con su buen estilo saltarín, auscultando todos los rincones, como quien algo ha perdido.

Monísimo, el gato anaranjado de mi hermana, cuando lo veía tan saltarín, juraba y rejuraba que era que David le estaba buscando juego; y entonces comenzaba a esconderse y aparecer de un salto y luego se quedaba decepcionado al ver que David continuaba con su trajinar cuasi juguetón, sin darse por enterado de que la cosa era con él.

Yo me enorgullecía enormemente de ver que él no tenía miedo de Monísimo ni de nosotros y de que siempre volvía a animarnos con su entretenida presencia. No me lo van a creer, pero yo sentía morir de la felicidad cada vez que él hacía su plácida y graciosa entrada, al tiempo que Monísimo le repetía su ritual juguetón. ¡Quién más grato y más plácido que el cándido David!

Un día llegó, en que David no apareció ya más; y cuando pregunté que había sido de él, me contaron que unos niños lo habían matado de una pedrada.

Afrontémoslo: en el mundo que nos hemos construido, los humanos nos la pasamos nuestra vida entera asesinando a los David. ¿Por qué somos tan viles?

Para consuelo, estoy seguro de que Juan no estaba entre los bandidos porque está demasiado pequeño aún. Debo advertir que Juan es un niño muy buena personita y todo.

Si los niños pueden aprender a ser compasivos con animales y personas, pero no lo hicieron; entonces alguien no está haciendo bien su trabajo. ¿Quién? Todos los distintos estamentos de la sociedad, encabezados por las autoridades civiles y religiosas.

Gato naranja y blanco
Cita de James Herriot: Si tener alma significa ser capaz de sentir amor y lealtad y gratitud, entonces los animales están mejor que muchos humanos

MONÍSIMO

Yo soy Monísimo, amigo de David y de Juan. Me siento muy triste porque no he vuelto a ver a mi amigo David, pero ya ven como la naturaleza ha sido dura conmigo (o tal vez sabia) al no dejarme saber qué pasó con él. Soy un chico algo travieso y juguetón desde niño; aunque ya tengo casi un año y medio. Recuerdo q cuando recién nací, vivía con mi mamita, Pastorcita. Ella me cuidaba, me protegía y soportaba con paciencia mis travesuras. A mí y a mis 2 hermanitos nos encantaba subirnos encima de ella, mientras ella nos soportaba con paciencia...  

Cuando yo apenas contaba con 1 mes de vivir en este mundo, a mi mamá la pusieron dentro de una jaula. Ella lanzaba maullidos de terror; y yo trataba de juguetearle porque no entendía lo que estaba pasando… Esa fue la última vez que la vi. Mis hermanitos desaparecieron al poco tiempo. Ramón dice que se los llevaron para distintos lugares a los tres[1]… y yo me quedé en la casa de mi amigo Ramón… triste y desolado...

Ramón dice que yo soy un gato afortunado porque tengo una familia amorosa, aunque somos tan pobres como el que más. Yo creo que hay otros más pobres que nosotros...

ACTUALIZACIÓN

Corre el mes de junio del año 2017, planeta Tierra. Yo ya estoy grande y conocedor de las hieles y las mieles de la vida y el amor. Esta vez es a mí a quien ponen dentro de una jaula. Me llevan lejos, a la clínica veterinaria en el pueblo. Lloro sin parar porque tengo miedo. No sé qué ira a ser de mí. Es la segunda vez que me traen aquí. Recuerdo que la primera vez...

En esta ocasión también, me durmieron durante un tiempo. Al despertar, sentía un dolor entre mis patas traseras, no sé por qué… Pienso: “¿Qué me habrán hecho?” Sólo sé que, desde ese día, algunas cosas son distintas para mí: ya no siento el deseo de correr tras las hermosas gatitas, actividad ésta que solía entusiasmar grandemente a este negrito gatuno. Aún salgo en las frías noches a recorrer el vecindario y reunirme con mis amigotes, pero ya no es como antes: ya no me ilusionan las féminas. No sé si me equivoque, pero creo que ahora sí me quedé pa’ tío[2]…    

Perro muy triste y una cita de Mahatma Gandhi: La gradeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados según la forma en que tratan a sus animales

YO

Tener a Monísimo con nosotros me ha hecho sentir como un padre/tío para él. Me encontré por casi la primera vez en mi vida, enfrentando la misión de proteger a un sercito, que la mayoría considera con cero derechos. Me encontré por la primera vez en mi vida hablándole a un animal en frente de la gente, sin sentirme avergonzado; preocupándome o sintiéndome triste por causa de él; corriendo de arriba abajo, llevándolo al veterinario; llorando, riendo o sintiéndome feliz por causa de él; sintiendo el debido respeto y lealtad hacia él. Me encontré sintiendo profundo amor y compasión hacia él… No es de extrañar que alguien haya dicho que hasta que uno no haya amado a un animal...

Qué lindo es sentir que estás protegiendo a un ser del cosmos, el cual es aparentemente mucho más frágil que tú. Quizás sea lo que llaman instinto paternal, pero es más que eso: es sentir que estás ayudándole a "El Universo" en su misión perpetua de proveer para todas Sus amadas criaturas. Me pregunto si todos los protectores de animales han tenido la experiencia de sentir los ojos de una criaturita enormemente frágil buscándote en momentos en que cree estar más o menos en problemas, en un gesto que claramente te está diciendo: “¿Tú eres tú? / ¿Tú estás aquí?” Sabes entonces cuánto confía en ti y no puedes menos que sentir tus lágrimas correr por tu rostro al ver cuán inteligente es, pero al mismo tiempo frágil y noble.

Algunas veces he tratado de imaginarme cómo sería si yo pudiera hablar con Monísimo; y la escena que viene a mi mente es la de él hablando como un niño pequeño, haciendo preguntas de niño y dando respuestas de niño porque eso es lo que él es; ni más, ni menos: un pequeño niño a quien la naturaleza no lo dotó con capacidades para el lenguaje humano. Si usted es uno de aquellos que cree que los animales no piensan, sólo recuerde a los bebés y piense si ellos lo hacen o no.

Muchos animales confían en los humanos, probablemente en grados diferentes. ¿Por qué es el hombre tan vil como para traicionarlos por millones y millones todos los días en la más monstruosa de las traiciones? Si el pagar karma realmente existiera, el hombre estaría pagándolo al menos por la eternidad porque lo que les hemos hecho y les hacemos a los animales de manera deliberada es tan infernal que realmente dudo que merezcamos el perdón.

Un oso muy triste recostado contra una pared y un escrito: La idea de que algunas vidas importan menos es la raiz de todo lo que está mal con el mundo

EPÍLOGO

La relación con Monísimo me ha hecho sentir afortunado y bendecido de muchas maneras; y no es exageración cuando digo que él me incitó a comenzar a sentir respeto e igualdad por todos los seres del cosmos; y al mismo tiempo, casi por primera vez, me di cuenta, de que es realmente cierto que hay seres más pobres[3] y más frágiles que nosotros. Maravillosamente me liberé de cualquier rastro de especismo que hubiese quedado dentro de mí; el cual, infortunadamente, ha estado arraigado en el corazón humano durante, muy probablemente, millones de años.

Podría jurar que algunas veces cuando toco a Monísimo, he sentido el amor proveniente de él. Es una cierta energía placentera que puedo inconfundiblemente percibir a través de mis manos. El profundo afecto, el cual es mutuo, me hace enorgullecer de saber que mi corazón ha sido habilitado para la compasión y el amor a niveles más allá de lo que creí que podía. Y es todo gracias a él que descubrí tan preciosas habilidades en mi corazón.

Escuché, no hace mucho, cuando leían por el altoparlante de la iglesia de mi vereda un pasaje de la Biblia en el cual daban instrucciones a alguien para sacrificar a un animal. Debemos recordar que esto sucede en el año 2017, que el mundo está aún urgido de paz, compasión y justicia y que la Biblia es el libro más vendido de todos los tiempos. Luego se me ocurrió hacer una búsqueda en la Biblia de la palabra “sacrifice” y la cuenta ascendió a la sorprendente cantidad de 299, todos referidos a matar animales y casi todos supuestamente en honor al dios de la Biblia. ¡Es no menos que increíble!

Cuando termino de escribir estas notas, miro a través de la ventana, veo a un niño jugando y pienso: “¿Estará creciendo para ser un maltratador o un protector de los débiles?” A lo lejos se escucha un chasquido, como de algo golpeando contra algo (o mejor dicho: golpeando a alguien), y una niña llorando; luego una gran voz varonil que pregunta: “¿Le duele?” Y la niña respondiendo: “Sí”; luego la gran voz diciendo: “Eso le pasa por…”; después se escucha un perrito pequeño chillando y nuevamente la gran voz gritando.

¿Cuánta violencia necesita el hombre?... ¿Cuánta riqueza?… ¿Cuánta maldad?... ¿Cuánto egoísmo?… ¿Cuánta codicia?... ¿Cuánto odio?... belleza... amor… bondad… empatía… libertad… civismo… rectitud… equidad… igualdad… (Ver: "De 'la Ley del Más Fuerte' a 'la Ley de el Bien es Más Fuerte')".

Una oveja pequeña al lado de un aviso: Carne es asesinato

NOTAS

  1. Estoy definitivamente a favor del concepto según el cual se debe esterilizar a los animales que requieran control de los niveles de población. Por no haber conocido esta recomendación antes, cometimos la crueldad de separar a una familia; y eran cuatro bebecitos gatunos. ¡Santo Universo, por favor perdóname! ¡Bebecitos, por favor perdónenme!

    Es también un hecho el que después de haber conocido a Monísimo y la ética vegana, mi visión acerca de la manera como se debe tratar a los animales ha cambiado para bien.

  2. Consultando opiniones en internet y en la vida real, llegamos a la conclusión de que la mejor opción para Monísimo era la castración porque estuvimos de acuerdo en que no debíamos contribuir al incremento de la población de animales desamparados. Pero después de realizada la operación, yo repensé la decisión y ahora opino que debimos haber utilizado otro método de control de la natalidad, como la vasectomía. Siento gran arrepentimiento porque supongo que le estamos negando el derecho al sexo a Monísimo. Pero ya es demasiado tarde. Sólo queda la tristeza y el arrepentimiento de haber tomado una mala decisión.

    La controversia entre los que están a favor de uno y otro método de esterilización continúa, pero la razón y mi corazón me dicen que debo estar a favor de los que prefieren la vasectomía.

    A quienes tienen la dicha de ser protectores de animales, les comparto mi amarga experiencia y les suplico que no cometan el mismo error. Por favor, ayudemos a controlar los niveles de población animal, pero utilizando un mejor método que no despoje al pobre ser de uno de los pocos placeres que la naturaleza le permitió. Creo que si la castración fuera una buena opción para un animal, también lo sería para los humanos.

  3. Me acojo a la opinión según la cual la pobreza es relativa. Lo que me hace pobre es el hecho de que hay seres que son propietarios de pedazos del planeta, millones sobre millones de veces más grandes de lo que fue la intención de "El Universo" para los individuos...

REFERENCES

  1. Mason, Roger. "Vasectomy and Tubal Ligation, Not Castration (Vasectomía y Ligadura de Trompas, Castración No)." Young Again Foundation. 2017. (http://www.nocastration.org/).


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