MENSAJE ENVIADO A LOS MIEMBROS DEL GRUPO
"WE WANT A WORLD WITHOUT BORDERS" EN EL 2009
(Por Ramón D. Marín)
Hola a todos, los invito a que reflexionemos sobre el futuro.
Hasta el momento en nuestro planeta tenemos:
Suficiente tierra para cultivar productos, construir viviendas, vivir en paz con Dios, la naturaleza y con nosotros mismos.
Suficiente riqueza.
Suficientes materias primas.
Suficiente agua, aire y recursos naturales.
Grandes cantidades de seres humanos con necesidades insatisfechas.
Suficientes manos prestas a brindar su ayuda.
Concentración de capitales.
Un círculo vicioso que hace que los capitales se concentren cada vez más.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Variedad de modelos económicos y políticos en todos los países del mundo.
Función de todos los gobiernos: asegurarse de que todos los derechos y obligaciones se cumplan y que las necesidades sean satisfechas.
Según estas cuentas, algunos se están comiendo la comida que era para otros, o poniéndose la ropa que debería estar abrigando a otros, o ocupando la vivienda [que era para otros], y los fondos públicos siendo usados para otros propósitos tales como la guerra.
Los Olvidados
Trabajamos duro la vida entera para alcanzar una bien merecida jubilación. Algunos inclusive logran asegurar el futuro de sus hijos y nietos. Es verdad que los capitales, hoy en día, traen bienestar a quienes los hacemos grandes con nuestro duro trabajo; pero ¿qué tal si mencionáramos a los olvidados?
No es exageración decir que los olvidados somos la mayoría. Los que tienen dinero para comprar, ya compraron suficiente; y los que necesitamos comprar, no tenemos con qué; entonces, más o menos de improviso, llega la inflación, junto con las altas o bajas tazas, la desaceleración, el colapso del mercado, la recesión, la depresión; sin contar con las guerras, porque la situación económica generó esto y esto generó aquello y… Eso significa que el futuro económico de los hijos y nietos no está tan asegurado que digamos.
¿Cómo sería un planeta globalizado?
Es pertinente (especialmente si pensamos en los hijos, nietos y bisnietos) reflexionar sobre los modelos económicos y de gobierno del futuro; teniendo en cuenta que estamos a favor de un planeta Tierra funcionando de manera globalizada; es decir, con leyes más o menos uniformes en todo el territorio, presupuestos públicos distribuidos equitativamente (de acuerdo a las necesidades de la población), control por parte del estado de los aspectos que necesitan estar controlados (especialmente la economía porque no tenemos 3 mundos sino uno sólo), libre circulación de los ciudadanos por todo el territorio, respeto por los derechos del individuo; todo esto garantizado por una constitución política que rija todos los actos en el territorio, e instituciones globales que aseguren el cumplimiento de la constitución y las leyes.
En momentos de idealismo y romanticismo se habló del estado (a nombre del proletariado) controlando todas las actividades de la vida diaria (inclusive suprimiendo las libertades individuales) y ostentando la propiedad de los medios de producción. Pero todavía está por verse que el estado y el proletariado sean en realidad la misma cuestión. También se ha dicho que cuando el estado ostenta la propiedad de todos los capitales, su ineficiencia como administrador conduce a la atrofia de las cadenas de producción, causando una fatal insuficiencia en los niveles de producción. Sin embargo, en mi humilde opinión, estoy de acuerdo con quienes creen que la propiedad privada, como la conocemos, desaparecerá en el futuro, siendo sucedida por una combinación de modelos de producción.
También me gustaría llamar la atención sobre el papel del estado en el no respeto por la vida y la dignidad humanas en general (especialmente los derechos de los más vulnerables). Digo esto para señalar que, en mi opinión, las personas comunes somos demasiado vulnerable y frágiles ante el poder inconmensurable de los gobiernos y regímenes. Son tantas las ocasiones en las cuales tenemos una sensación de “no puede ser cierto que esto esté sucediendo frente a nuestros impotentes ojos”. Sin embargo, no es el estado pisoteando los derechos de la gente (en numerosas ocasiones) sino los que están en el poder. Se hace necesario crear una institución global lo suficientemente fuerte para neutralizar los aspectos dañinos del poder, y/o fortalecer las instituciones existentes que tienen esa misión.
Y finalmente, una reflexión más: pensemos, por ejemplo, a cerca de presidentes y jefes de estado y preguntémonos si deberíamos dudar de sus buenas intenciones cuando se dedican a cuidar de su país y sólo su país. En otras palabras, ¿es mi propio bien El Bien siempre? Consideremos esto: el bien comienza cuando vemos a todos como a nuestros iguales y no sólo a aquellos dentro de nuestro círculo.
Love ♥ Peace
Ramón